El conflicto debe ser resuelto. Si se quiere escapar de el, no debe evadirse, ignorarse, negarse, encubrirse, verse en otra parte, llamarse por otro nombre u ocultarse mediante cualquier clase de engaños.
Tiene que verse exactamente como es, allí donde se cree que está, y tiene que verse también la realidad que se le ha otorgado y el propósito que le ha asignado la mente. Pues solo entonces se desmantelan sus defensas y la verdad puede arrojar su luz sobre él, según desaparece.
De la lección 333 de UCDM "El perdón pone fín al sueño de conflicto"
Que gran oportunidad mirar cada conflicto que aparece en nuestra conciencia desde estas palabras, poder liberarnos realmente de él, atreviendonos a mirarlo de frente y no volver a repetir los mismos patrones y culpabilizar "afuera", sabiendo ya, que solo mis propios pensamientos me pueden hacer daño.
SIEMPRE que estoy en conflicto estoy equivocado, no hay excepciones, ya estoy juzgando bueno y malo, ya estoy separando y viendo que tu estas equivocado y yo estoy en lo correcto, ya estoy de nuevo condenando al hijo de Dios y por lo tanto a mí mismo.
El verdadero perdón, viene cuando no se pierde de vista que "el otro", es el hijo de Dios y que en su aparente conflicto, solo está pidiendo Amor y que lo salve del infierno donde yo mismo lo he puesto.
El, aceptó jugar ese papel que yo no quiero para mostrarme una parte de mí que yo no quería ver.
Gracias hermano, perdóname, soy responsable y te libero de esa carga que te impuse. Lo siento, me equivoque de nuevo. Ya sabes que te Amo. Gracias.
Tiene que verse exactamente como es, allí donde se cree que está, y tiene que verse también la realidad que se le ha otorgado y el propósito que le ha asignado la mente. Pues solo entonces se desmantelan sus defensas y la verdad puede arrojar su luz sobre él, según desaparece.
De la lección 333 de UCDM "El perdón pone fín al sueño de conflicto"
Que gran oportunidad mirar cada conflicto que aparece en nuestra conciencia desde estas palabras, poder liberarnos realmente de él, atreviendonos a mirarlo de frente y no volver a repetir los mismos patrones y culpabilizar "afuera", sabiendo ya, que solo mis propios pensamientos me pueden hacer daño.
SIEMPRE que estoy en conflicto estoy equivocado, no hay excepciones, ya estoy juzgando bueno y malo, ya estoy separando y viendo que tu estas equivocado y yo estoy en lo correcto, ya estoy de nuevo condenando al hijo de Dios y por lo tanto a mí mismo.
El verdadero perdón, viene cuando no se pierde de vista que "el otro", es el hijo de Dios y que en su aparente conflicto, solo está pidiendo Amor y que lo salve del infierno donde yo mismo lo he puesto.
El, aceptó jugar ese papel que yo no quiero para mostrarme una parte de mí que yo no quería ver.
Gracias hermano, perdóname, soy responsable y te libero de esa carga que te impuse. Lo siento, me equivoque de nuevo. Ya sabes que te Amo. Gracias.