Nacimos libres, inocentes, plenos,
siendo reyes, pero el mundo nos enseño la lección imposible, nos lo
repitió una y otra vez hasta que al igual que el elefante que desde
pequeñito lo tuvieron atado a una cuerda, dejó de intentar soltarse
y ya adulto ni se le ocurre pensar que puede romper la cuerda y ser
libre.
Ya sin pedirnos permiso, apenas haber
llegado nos inyectaron el miedo, nos hicieron sentir dolor, nos
dijeron en un lenguaje incomprensible, que nos tenemos que proteger
de un entorno peligroso. nos obligaron a comer lo que no queríamos,
fuimos incomprendidos y para soportar tanto dolor, tuvimos que
olvidar quienes somos, tuvimos que adaptarnos a un mundo hostil que
continuamente creaba leyes opuestas a nuestra realidad, leyes que
adoptamos y que crearon los barrotes de nuestra prisión.
Nos llenaron la mente de mentiras, de
peligros, de miedos. ¿Como es posible aprender una lección
imposible, como es posible olvidar quienes somos, como siendo seres
llenos de Amor, podemos haber creado un mundo lleno de dolor,
mentiras, frustración, enfermedad y muerte?
Nada externo puede afectarnos si no le
damos permiso, si no creemos en ello, si no olvidamos quienes somos.
Si sabemos mirar, veremos grandes ejemplos en la historia, que a
través de las más grandes adversidades, han seguido dando Amor y
enseñando Paz.
Hemos puesto a todos esos que nos han
dado ejemplo, demasiado alto, tanto, que no podemos alcanzarlos y de
esa manera nosotros mismos nos impedimos llegar a ese lugar, dejamos
ese trabajo para los superhombres, los semidioses o los afortunados y
nosotros ya somos eso, solo que lo hemos olvidado, hemos reprimido
tanto lo que somos, que ahora le tenemos miedo y vivimos frustrados o
bien proyectando siempre un futuro o recordando un pasado, pero rara,
muy rara vez disfrutando el instante presente.
Tenemos tanto miedo, nos hundimos por
cosas tan banales, somos tan mentirosos que nos engañamos a nosotros
mismos y nos creemos nuestras mentiras.
Somos hipócritas, tenemos una
filosofía de la vida y luego practicamos la contraria y si alguien
nos muestra nuestra hipocresía, en vez de agradecérselo y
aprovechar la oportunidad de reconocernos, reaccionamos y nos
enfrentamos, creando separación.
El mundo es maravilloso, en él se
encuentran los dos polos el cielo y el infierno, es elección
personal el vivir el uno ú el otro, tener una vida de lucha continua
queriendo cambiar todo tu entorno o vivir en paz con todo tal y como
es, reconociendo la irrealidad de las cosas, sin permitir que te
afecten y aprendiendo a ver a través de ellas.
Es mucho más fácil Amar
incondicionalmente que odiar, es mucho más fácil la Paz, que la
guerra, sin embargo nos parece algo imposible. ¿Que es lo que nos
impide ver las realidad?
Sin duda, la inconsciencia, si fuésemos
conscientes del dolor que generamos a los demás, si viviésemos ese
dolor, dejaríamos de hacerlo. De hecho, lo vivimos, pero no lo
relacionamos con nuestros actos, tiramos balones fuera y les echamos
la culpa a los demás, o a los virus, o a la polución, que más da,
a cualquier cosa que no seamos nosotros mismos.
Si fuésemos conscientes de que cada
vez que no amamos, sufrimos, que cada vez que queremos poseer algo,
le estamos poniendo cadenas, que cada vez que juzgamos nos estamos
tirando piedras, que cada vez que sufrimos nos lo estamos haciendo a
nosotros mismos, ¿Como íbamos a repetir de nuevo?.
Hay quien espera a que después de la
muerte alcance el paraíso, también hay quien espera que aparezca un
Salvador que salve a la humanidad. ¿No es esta una manera de rehuir
de nuestro propio poder, no es esto acaso no vivir el momento
presente, no es esto acaso rehusar a que en nosotros está la
solución?. ¿No hay casos en el mundo suficientes para tomar como
ejemplo y vivir una vida plena independientemente de las
circunstancias externas?.
Tenemos que demostrar quienes somos, no
sirve pronunciarlo, enseñarlo, escribirlo, hasta que no se vive la
experiencia no nos hemos graduado.
El miedo es solo uno, aunque se
manifieste de muchas maneras y al miedo se le puede decir: “gracias,
he tenido suficiente, no voy a volver a temer NUNCA MAS”, voy a
confiar por encima de todo, voy a disfrutar del inmenso regalo de la
vida, voy a estar atento a la vida a ver por donde me quiere llevar,
voy a disfrutar la diferencia, la multiplicidad, la unidad, voy a
estar abierto a aprender, voy a disfrutar del silencio, de la paz,
voy a sentirme agradecido, voy a dar lo mejor de mí, voy a
maravillarme continuamente, voy a dejar de luchar, a cambiar mis
armas de guerra por flores, por regalos.
El mundo será lo que tenga que ser, mi
colaboración con él, es dar lo mejor de mí, descubrirme
totalmente, desnudarme, reconocerme, pues solo así podré serle
útil, solo así podré tocar cada corazón que aparezca en mi
consciencia, pues habré descubierto el mío propio, solo así podré
experimentar que realmente somos UNO, que nos complementamos, que
esto es una inmensa obra de teatro y que mi función es tratar de ser
impecable.
Soy Libre, no porque yo lo decida, si
no porque esa es mi realidad, nací en libertad y nací del Amor, por
lo tanto eso es lo que soy.
Camino por un mundo inexplorado, a
veces tropiezo y me caigo, estoy aprendiendo a andar y ya quiero
empezar a correr, aprender a volar y conocer todas las maravillas que
se que existen y que ahora ni siquiera puedo imaginar.
Este momento, este instante ya lo tiene
todo, si ahora mismo dejo este mundo me sentiré en paz y si siguen
pasando los años y todos los que he conocido han partido ya y yo
sigo aquí caminando por 1000 años, seguiré con la intención de
experimentar cada instante, de ser consciente, de seguir abierto como
un niño al nacer.
Puedo descartar de mi mente toda
creencia que me limite, que me haga dependiente, que esté basada en
el miedo, que no esté verificada por mi propia experiencia. Puedo
aprovechar este gran laboratorio, para experimentar, para ser cada
vez más consciente, más responsable.
Puedo observar los pensamientos,
dejarlos pasar, no atarme a ellos y perderme por el camino.
Puedo observar las emociones, los
deseos, los miedos, ver donde me quieren llevar y tomar la decisión
desde la conciencia de ir donde quiero ir, no ser más un muñeco a
merced de la locura, de la inconsciencia, de la ignorancia, del
miedo.
Soy libre para equivocarme, libre para
aceptar el gran reto de ser una luz en la oscuridad, soy libre de
zambullirme en las aguas heladas de la vida y de disfrutar el baño.
He decidido escuchar al mundo y
liberarle de la carga que le había impuesto y me siento inmensamente
agradecido y eso es lo que ahora le devuelvo.
Besos y abrazos sin tiempo.