Comunicarse
no es solo estar ocupados hablando, leyendo, oyendo con la otra parte.
La
verdadera comunicación, va mucho más allá de las palabras, es una comunión que
enriquece a ambas partes. Para que realmente haya comunicación, se necesita
saber escuchar, si no la comunicación se convierte en un gallinero, en un
dogma, en una programación, en una herramienta de conflicto.
Si en el
mundo que vivimos se llevara a juicio a los medios de comunicación, estos
tendrían cadena perpetua. Si se hiciese un estudio con la repercusión que
tienen las noticias en el ser humano, repetidas una y otra vez día tras día,
mes tras mes año tras año, se podría acusar a los medios de comunicación de
genocidio, de colaboradores de la imbecilidad humana.
Si
desglosamos las noticias, los mensajes, los programas, los anuncios en una
palabra, veremos que se repiten y se repiten insaciablemente los mensajes:
Muerte, Miedo, Corrupción, Enfermedad, Banalidad, Impotencia, Guerras,
Violencia, Injusticia, Horror, Desastres, Compra…
Si
pudiésemos coger una vida media y decir cuánto tiempo hemos dedicado a oír
tanta bazofia, podríamos sorprendernos, dándonos cuenta que son años de nuestra
vida los que nos hemos pasado escuchando banalidades y noticias escabrosas.
La
humanidad realmente está enferma y en estado psiquiátrico, es adicta al
sufrimiento, a la confrontación a la desinformación, al miedo.
Los
medios de comunicación solo son un reflejo de la imbecilidad humana.
Es
vergonzoso que las noticias de primera página en los periódicos y telediarios,
sean noticia, el mundo está lleno de noticias maravillosas, de noticias que
ennoblecen al ser humano, de acciones dignas de ejemplo, de maravillas
desconocidas, de personajes cuyo ejemplo es una guía y sin embargo todo eso no
es noticia.
Es
paradójico que los medios de comunicación hagan todo lo contrario de lo que
deberían hacer y sirvan al Dios de la confrontación, del miedo y de la
desinformación.
Ellos no
podrían verter tanto veneno, si quienes les escuchan dejaran de hacerlo.
Los
medios de comunicación pueden ser una gran oportunidad para que el ser humano
salga del estado de letargo y empiece a tomar sus propias decisiones.
Empezar
a reconocer la propia adicción, el miedo a la soledad, ver a donde te lleva el
dejarse arrastrar y tomar conciencia de las repercusiones que tienen sus actos
en su propia vida y en la de los demás, es el primer paso.
¿Qué
pasaría si todos esos años perdidos en escuchar mensajes que no paran de
venderte cualquier cosa, mensajes de miedo, de dolor, de sufrimiento, muerte,
violencia, injusticia, corrupción etc., los dedicásemos a cultivar todo
lo contrario, ¿Cuáles serían los resultados?.
La vida
es tan corta que no puede ser más que una enfermedad el dedicar tanto tiempo a
algo que no solo no aporta nada positivo a tu vida y al mundo entero, sino que
además es una droga que continuamente te repite: Compra, compra, miedo, miedo…
Es un mensaje tan repetitivo, que queda grabado en nuestro subconsciente y guía
las acciones de nuestra vida.
Tenemos
las casas atiborradas de cosas y todavía queremos tener más. Es tan ridículo
tanto comercio, son tantas las cosas innecesarias.
Es tan
grande el sufrimiento en el mundo como la inconsciencia del ser humano, de
hecho el primero viene de la segunda.
Cada
acto de nuestras vidas nos puede volver más conscientes. Si siento que las
noticias no me aportan nada, puedo dejar de escucharlas, puedo decidir usar ese
tiempo para algo que me aporte algo positivo, puedo ejercer mi voluntad y darle
al botón de OFF del TV, puedo usar mi vida en vivir mi propia vida y no la de
las películas, los telediarios, las telenovelas o las de cualquier otro, puedo
arriesgarme a equivocarme, puedo ser yo mismo.
Toda
experiencia, todo evento es una oportunidad de crecimiento y los medios de
comunicación, nos ofrecen una gran oportunidad de sacar lo mejor de nosotros,
de no depender de nada externo, de conocernos mejor cada instante, de no
permitir que otros decidan por mí, de darnos cuenta como el miedo gobierna
nuestras vidas y decidamos no hacerle caso.
En ese
sentido los medios de comunicación, pueden ser nuestros mejores maestros, pues
pueden sacar lo mejor de nosotros, el coraje de vivir, de reconocernos tal como
somos, de aceptarnos y de atrevernos a mostrarnos tal y como sentimos.
Alguna
vez leí en un libro que en este mundo todo funciona al revés y con respecto a
los medios de comunicación, para mí es muy evidente que son medios de
incomunicación.
Los efectos
son evidentes cuando cada vez en más difícil que nos entendamos entre nosotros
mismos.
Si
siembras conflicto, miedo, terror, injusticias y banalidades, ¿Cuál puede ser
el fruto?
No estoy
hablando ahora de los medios de comunicación, estoy hablando del ser humano.
En cada
uno de nosotros está la posibilidad de vivir la vida propia, quien reniegue de
su propia vida, perderá esta gran oportunidad y la cederá, con lo cual será una
marioneta y otros moverán sus hilos, le dirán lo que tiene que comer, lo que
tiene que leer, lo que tiene que hacer y aunque no lo quiera reconocer en el
fondo siempre sentirá un vació, no haber vivido su propia vida, haberla
vendido.
Nunca es
tarde para recuperar la propia vida, de hecho es un acto de voluntad, una confesión
consigo mismo, una toma de conciencia, un Si definitivo a uno mismo.
Cuando
se hace ese gesto, se abre la puerta a la verdadera comunicación que siempre
empieza por uno mismo y luego se extiende a los demás.
Feliz
viaje.