domingo, 9 de marzo de 2008

La historia se repite



Una vez, nació una idea luminosa.

Esa idea era tan brillante, que se extendió como la pólvora.

A la vez, era tan rompedora, que removía los cimientos de todo lo que estaba establecido.

Acababa con todo tipo de sufrimiento, con el hambre, las guerras, los odios, las envidias, las enfermedades, las limitaciones, los miedos...
Traía paz, amor, felicidad, abundancia, confianza, plenitud ...

Se le tuvo tanto miedo a esa idea, que se decidió suprimir a quien la portaba.

Pasó el tiempo y a esa idea se le quiso dejar dentro de una forma limitada y dentro de esa misma forma, empezaron a surgir las diferencias, los enfrentamientos, las guerras, todo lo contrario de lo que la idea original proponía.

Se llegó incluso a matar a todo aquel que no compartía dicha idea, pues se consideraba que esa era la gran verdad y todos los demás estaban equivocados.

Esa idea original que nació de la unidad, era ahora motivo de separación.

La historia se repite constantemente. Vivimos continuamente el día de la marmota. Ahora no se quema gente en la hoguera, pero aunque la forma a cambiado, se sigue creando separación y se sigue juzgando, criticando y censurando, todo aquello que no se ajusta estrictamente a una idea determinada, considerada una gran verdad.

Es como si no se dieran cuenta, que el universo entero está en continuo cambio y expansión y quisieran que permaneciera inmóvil eternamente.

Una idea de luz, no se puede contener en una forma determinada, porque en el momento que lo haces, estas excluyendo a una parte y las ideas de luz, incluyen a la totalidad.

La verdadera fuerza, nace de la unión de los opuestos, no de la separación. Al excluir a una sola persona de esa idea, estas excluyendo a Dios mismo, pues Dios está en todos nosotros y en todo lo que nos rodea.

Querer seguir viendo diferencias es seguir en guerra, es evitar ver lo que nos une, es seguir viendo separación y confrontación.

¿Cuantos millones de personas somos los seres humanos?, Esta creación que percibimos, es un reflejo de la creación de Dios y en ella predomina la multiplicidad, Dios mismo nos habla de muchas formas distintas, ¿Porqué entonces seguimos justificando una determinada manera de llegar a El, separando todas las demás? ¿Que pasa, que quien ni ha oído hablar de Dios, de Jesús, del Espíritu Santo, de Buda, Ala, el curso de Milagros o lo que sea, no va a despertar y reconocer su propia identidad?

No puedes seguir todos los caminos a la vez, sigue el que te resuene con todo tu corazón, pero no crees separación, pues nada hay fuera de ti y si lo haces estarás creando separación en ti mismo.

Cada vez que separas, te divides y cada vez que integras te multiplicas.

El miedo a que se pierda la idea original al cambiar algo de la forma, impide que esa misma forma siga creciendo y se quede estancada.

Para quien quiera verlo, esa idea original, está en caminos tan distintos, que para muchos parecen opuestos.

¿Cuantas veces has oído decir que de aquí no te marchas sin tu hermano?

¿Cuantas veces has oído decir que en el plan de Dios para la salvación estamos TODOS incluidos?

Me repito de nuevo, es hora de integración, si tu no lo ves así, pide ayuda al cielo y permite que se corrija tu percepción equivocada y comprobaras por ti mismo la fuerza de la unión.

2 comentarios:

  1. Te amo hermanito... gracias por mantenerte en la luz... Dios te bendiga... Lylian

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  2. Me animo sí, a decirte que en nuestras manos está no dejar pasar las oportunidades, de tomar entre las manos nuestro papel en este gran tablero de la vida ...

    Un despertar de conciencia ... solo eso.

    Saludos.

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