Una vez soné estar en un templo Zen, celebraban una ceremonia de un bautizo y entonces sucedió algo, tuve la certeza de saber lo que es un templo, no fue una definición intelectual, fue la experiencia de sentirlo.
Ahora ya sé que el templo SIEMPRE está conmigo, porque yo mismo soy ese templo, esa paz, esa comunión, esa dicha, esa plenitud, esa totalidad.
Reconozco la irrealidad de este mundo y no me uno a ello, dejo espacio para que se manifieste la verdad y la luz se expanda libremente.
Si, lo sé, ... he despertado, no recuerdo hace cuanto, pero lo hice y ahora lo manifiesto.
No vengo a decirte que tu hagas lo que yo hago, vengo a decirte que tu eres lo que yo soy, no tengo otra función que esa.
Tu eres un templo.
Tu eres un templo.
Tu eres un templo.
Si pudieses comprender una mínima parte lo que te Amo, el miedo no tendría existencia en ti.
No estas solo, nunca lo has estado y nunca lo estarás.
¿Te unes a mí en el propósito de manifestarlo SIEMPRE, en llevar a TODA circunstancia que "la vida" te plantee, ese templo que tu eres, te atreveras a manifestarlo?
La luz ya está aquí, siempre lo ha estado y siempre lo estara, pero nunca había sido tan fácil reconocerla.
Invito a todos mis pensamientos a que la miren y permitan que se manifieste el milagro de ese instante.
Yo soy la luz del mundo y solo he venido para recordarlo.
Un gran abrazo sin tiempo
Luz del mundo, tus palabras acarician hasta los rincones más recónditos de la mente dormida recordándoles que no hay nada que temer, que todo fué un sueño. Que somos templo de santidad y amor puro.
ResponderEliminarGracias por tus abrazos sin tiempo, pensamiento sin nombre, Juan sin miedo.
Me encanta ver como Dios se manifiesta de tantas formas distintas y tu Santi eres un bonito reflejo, gracias hermano por repartír luz.
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