lunes, 13 de septiembre de 2010

Bienvenido "Nuevo mundo"





Mi amado mundo, durante un breve instante me has mostrado risas, miedos, placeres, dolores, vidas, muertes y poco más, aunque eso sí, de miles de formas.

Antes, te veía como algo externo a mí, me castigaban, me premiaban, me querían, me odiaban, me respetaban, me temían, me divertían, me aburrían, me enseñaban, me perdían, me maravillaba, me horrorizaba …

Ahora sé que todo lo “externo” es un reflejo de mi propio “interior”, que hay otro mundo basado en la unidad, donde no existen las contradicciones, los miedos, las carencias, el dolor ni la muerte.

Es tan grande ese otro mundo, que quiero ofrecértelo, no quiero volver a verte llorar, no quiero volver a verte triste, indefenso, enfermo, cansado, sin ganas de vivir.

Ese “otro mundo”, existe y no hay que morir para verlo, hay que querer verlo, sin tenerle miedo, todo lo contrario, es la solución real a todos los problemas “del mundo”.

“Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá, porque, quien pide recibe, quien busca haya y al que llama se le da”.

¿Porqué después de 2010 años de esas palabras “seguimos” viendo un mundo de enfermedad, miedo, dolor y muerte?, ¿Qué es lo que “hemos”, pedido desde entonces?, ¿Es posible que “estemos” equivocados y seamos “nosotros mismos quienes pedimos lo que tenemos, que no sabemos pedir realmente?

¿2010 años, no son suficientes?

¿Qué Dios es ese que permite semejante barbaridad? ¿Acaso El, iba a castigarme cortándome un dedo, por algún pecado cometido?

Vamos ya, ese Dios no existe, esta condición no es real, eso no es nada nuevo, los mayas decían que esto era una ilusión y a lo largo de la historia, también se ha definido como un sueño y de diversas formas que dicen que esto no es real, que esto no es lo que “somos”.

Incluso la ciencia “La física quántica”, reconoce que en esencia somos uno, que nuestros pensamientos afectan nuestro entorno, que tenemos un universo de posibilidades, (recomiendo la película ¿Y tú que sabes?.)

Querer arreglar esta condición, es querer perpetuarla, es darle realidad.

Reconocer la verdadera locura de esta condición es la salvación del mundo, porque cuando lo haces y ves tu impotencia, te rindes y permites que ahora se te muestre lo nuevo.

Es tan fácil llegar a El, solamente hay que querer verlo y ese pensamiento te llevará “allí”. El universo conspirará para mostrártelo. ¿Qué pierdes con probarlo?



Ya es hora de dejar de tener miedo al Amor, a la felicidad, a la eternidad, es hora de dejar marchar los juguetes que nos mantienen ciegos ante la verdad, ante la grandeza de lo que somos.

La conciencia está despertando, se ha dado cuenta que esta condición es lo que es el infierno, que tarde o temprano el dolor, la enfermedad o la muerte hacen acto de presencia y derrumban eso que tanto querías y tanto te había costado encontrar. Ha descubierto la responsabilidad de este mundo y ha decidido elegir de nuevo, mirar en otra dirección.

Hay un camino de salida de este lugar de dolor y muerte y verlo es mucho más fácil de lo que nadie podía haber pensado. No se puede ver si no se cree en El y se le sigue dando valor a esta condición demente.

El fin de los tiempos es el fin del infierno, el fin de la mentira, de la separación, de la enfermedad el dolor y la muerte.

Es hora de tomar responsabilidad y de pedir que la verdad se manifieste con la plena confianza de que tenemos absolutamente toda la ayuda que necesitamos.

Padre, en tus manos, hágase tu voluntad.




Bienvenido el "nuevo mundo", adios al viejo mundo.




Gracias.

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