Si miramos el mundo en el que vivimos, podemos darnos cuenta, que la humanidad se ahoga en sus propias “aguas”, en sus propias emociones.
Generalmente, el barco de cada uno tiene por capitán, a veces las emociones, a veces los miedos, los deseos, las dudas y muy pocas veces Uno mismo. El resultado del gobierno de dichos capitanes lo podemos ver muy claro en el mundo que percibimos.
Si nos atreviésemos a preguntarnos en cada acto que hacemos que es lo que nos empuja a tomar tal decisión, entonces podríamos ver quien gobierna nuestro barco y podríamos tomar el control, pero generalmente somos inconscientes, vamos estresados, no tenemos tiempo de pararnos a ver porqué hacemos lo que hacemos, ni las consecuencias de nuestros actos y de ese modo seguimos repitiendo siempre los mismos patrones.
Caminar sobre las aguas es ser dueño de tu propio barco, ser el capitán, llevarlo al puerto que quieres llegar, atravesar todas las tormentas de miedos, emociones, deseos, dudas, y no perder nunca la referencia de donde quieres llegar.
La humanidad quiere salvar el mundo y no es capaz de gobernar su propio barco, no es capaz de perdonar a su propio hermano, ni de dejar de criticar y juzgar, ni de soltar las adicciones, ni de amar sin condiciones, ni de aceptar a los demás tal y como son, siempre queriendo cambiarlo todo y a todos, siempre viendo la paja en el ojo ajeno y no viendo la propia en el suyo, siempre luchando contra sí mismo. (Que buena la película de Matrix en la que Neo, aprende a “caminar sobre las aguas” y deja de luchar).
La lección la aprenderemos tarde o temprano, con Amor o con sufrimiento, cada uno elige cuando y como.
Como el mundo es un reflejo de nuestro propio mundo, el mundo nos está diciendo, que por favor aprendamos ya esta lección, que si no seguiremos sufriendo, seguiremos destruyendo nuestro propio mundo, seguiremos construyendo con cimientos de barro y nuestras creaciones tarde o temprano se derrumbaran y por lo tanto, el mundo exterior nos mostrara eso mismo.
Es tiempo de despertar del sueño de dolor y muerte, de reconocer quienes somos y de demostrarlo.
El nuevo mundo ya es una realidad, si sigues sin verlo, pregúntate si ya aprendiste la lección, si ya caminas sobre las aguas, si ya eres capitán de tu propio barco.
Si todavía no lo ves, abre tu corazón y confía plenamente sin ningún tipo de duda, que tendrás la ayuda que necesites.
Te estoy esperando.
Feliz viaje
Abrazos sin tiempo.
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