No nacemos solo cuando salimos de nuestra madre, nacemos a cada instante, incluso aunque nos empeñemos en seguir siendo los mismos. Hace poco sentí que nacía de nuevo, que se cerraba una etapa y comenzaba otra y cuando sentí eso, decidí escribir ese instante, mis primeros pasos, mis primeras palabras.
Viene de nuevo al mundo el 9 de noviembre a las 11 pm del 2013 y llegué con el recuerdo de mi nombre, de hecho recordé mi nombre y nací de nuevo, cerré un círculo de muchos nombres hasta llegar al origen.
Me dí cuenta que cada nombre fue un maestro, que no solo tuve los nombres que me pusieron, que además tuve más nombres que nadie nombró nunca. También lo desagradecido que había sido con cada uno al no apreciar las lecciones que me enseñaron.
Esta vez nada más nacer ya estaba escribiendo, recordando cada nombre y lo que me venía asociado con él.
Luego me apeteció de recién nacido irme a caminar por la noche, primero por el pueblo donde nací, luego hasta un pueblo vecino, sentí que en mi primer día de vida quería estar despierto y quería celebrar mi nacimiento.
Ahora el sueño me tentaba, pero antes de dormirme quiero recordar todos mis nombres para no volver a olvidar que no solo soy una cosa determinada, que soy muchas, que soy todas.
He tenido nombres muy diversos, grandes maestros que me acompañan en este viaje.
Vivo en la paradoja, en la unidad y en la multiplicidad, en la soledad y en compañía, en el silencio y en el bullicio y desde este lugar quiero ser libre de expresar lo que siento, desde esta inocencia de ser un recién nacido, sin prejuicios, sin miedos, libre de ataduras, de deseos, de juicios, libre de adicciones, de resultados.
La vida es un inmenso regalo y el mundo en el que vivimos es un paraíso, el que no seamos conscientes no quiere decir que no lo sea. Estamos rodeados de Milagros, todo lo que nos rodea es un milagro, porqué todo es una manifestación de nuestro potencial creativo, por lo tanto la creación no es buena ni mala, sencillamente Es, y refleja perfectamente el "lugar" en que nos encontramos.
Si juzgamos la creación, inconscientemente nos juzgamos a nosotros mismos y al hacerlo, cerramos la puerta a la verdad que hay detrás de esa apariencia, por lo tanto, nos condenamos a nosotros mismos a seguir en la ignorancia.
La humanidad quiere un cambio, pide un mundo nuevo y no se da cuenta de que lo tiene al lado, tan, tan cerquita que ni siquiera se atreve a mirarlo. Se pierde en las grandes cosas con las que no puede hacer nada y deja las pequeñitas de lado, las cuales són su única responsabilidad.
Como vamos a cambiar el mundo si nosotros permanecemos en el mismo lugar. La primera responsabilidad es nuestro propio mundo interno. No se puede dar lo que no se posee, no se puede Amar si no se sabe lo que es el Amor.
Si hubiese un artista enfermo, que creara este mundo tal y como es, no solucionamos nada corrigiendo sus obras, queriéndolas mejorar, borrando los errores, porque sus creaciones seguirían reflejando su estado interno, su enfermedad y en vez de sanar el origen, sanar al creador de la obra, nos pasamos la vida entera corrigiendo sus errores. Eso, es lo que estamos haciendo con el mundo.
Ya va siendo hora de que tomemos conciencia que somos los creadores de nuestro mundo, que si estamos siempre temiendo la enfermedad, enfermamos, que si somos positivos creamos armonía. Ya va siendo hora que sanemos al creador, que empecemos a amarle de verdad, a escucharle, a dedicarle tiempo, a conocerle.
No dejemos al artista que llevamos dentro aislado entre los barrotes de nuestros propios pensamientos, de nuestras propias creencias erróneas, pongamos nuestro empeño en liberarlo de la cárcel donde lo tenemos cautivo y entonces y solo entonces, nuestro mundo florecerá, viviremos en un mundo de paz independientemente lo que externamente acontezca y entonces y solo entonces es cuando en el mundo externo se pueden producir cambios verdaderos.
La creación se hace desde dentro hacia fuera y no al revés.
Quien quiera dejar de sufrir, que llegue a ver a su peor enemigo como su hermano, que ponga en práctica en su vida el perdón verdadero, ese que reconoce que el otro a pesar de las apariencias es su hermano y que todos hacemos lo mejor que sabemos desde la conciencia en la que en ese instante tenemos.
Lo que no perdonamos en los demás, no lo perdonamos en nosotros mismos, quien nos ataca es alguien que está pidiendo Amor, desde el nivel en que se encuentra.
Él quiere que tu le des, lo que te gustaría que a ti, que te diesen cuando tu ocupas su lugar y lo pide en ese momento de esa manera. Quizás cuando tu le perdones, aprenda con tu perdón a hacerlo de otra.
El miedo es otro gran obstáculo, solo hay dos energías a las que podemos acudir para hacer cualquier cosa, el Miedo o el Amor, depende a quien pidamos consejo viviremos unas consecuencias u otras.
Empezar a ser consciente de con que consejero estamos tomando nuestras decisiones es lo que nos va a permitir tomar el timón de nuestro barco.
Y la otra llave es el Amor incondicional, no se puede amar solo a ratos, o solo si te dan algo a cambio, o porque negociamos unas condiciones, o si completas lo que me falta, o si en vez de liberar encadena. Ese tipo de amor genera sufrimiento, no se puede dar lo que no se tiene. El verdadero Amor, no necesita a otro, él ya es completo y se une a otro que también es completo, que es libre, que no pide nada a cambio, que no pone condiciones, que acepta lo que es, tal y como es.
Si hay un solo aspecto de la creación, a un solo hermano que no amemos, nos lo estamos negando a nosotros mismos, estaremos incompletos y nada llenará ese vacío salvo llevar el amor a ese rincón escondido.
Merece la pena atravesar cualquier obstáculo, levantarse en cada caída, ver lo que nos muestra el exterior y mirar dentro de uno mismo.
Quien quiera dejar de sufrir, tiene un trabajo muy hermoso, conocerse a sí mismoen todas sus facetas, perdonarse, aceptarse,comprenderse, Amarse y desde ese lugar, extenderlo a todo el que cruce por su vida.
No hay nada que temer, el miedo es un obstáculo a la visión, una barrera que nos impide fluir con la vida, que nos encadena y genera desarmonía y sufrimiento, una carga demasiado pesada que si no soltamos acaba llevándonos a la tumba.
La muerte no existe, es solo un cambio. La energía no se destruye se transforma. Somos seres eternos y solo por un instante muy pequeño en el tiempo decidimos experimentar la materia. Somos creadores, el mundo no es nuestro hogar, es solo un parque de atracciones donde venimos a experimentar todo tipo de sensaciones, donde nos venimos a templar, a probarnos a nosotros mismos, donde venimos a florecer, a reconocernos, a dar lo mejor que tenemos.
Hoy nací de nuevo y esta vez en mi peregrinaje por el mundo, no quiero olvidar quien soy, no quiero permitir que el mundo me lo diga, quiero llevar mi recuerdo presente allí donde vaya y por eso lo escribo, por si algún día lo olvido y vuelvo a entrar en la inconsciencia que ya he vivido.
Yo no soy un nombre y los soy todos.
Que la Paz sea contigo herman@ y que te reconozcas. Feliz Re-nacimiento.
Abrazos sin tiempo
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