LA PRESENCIA por Emmet Fox (1886-1951)
Dios es la única Presencia y el único Poder. Dios está plenamente presente aquí conmigo, ahora. Dios es la única Presencia real, todo lo demás no es más que sombras. Dios es el Bien perfecto, y Dios es únicamente la causa del Bien perfecto.
Dios nunca envía enfermedades, problemas, accidentes, tentaciones ni la muerte, como tampoco autoriza tales cosas. Las atraemos sobre nosotros mismos como consecuencia de nuestro pensar equivocado. Dios, el bien, sólo puede causar el bien. El mismo manantial no puede, al mismo tiempo, emanar agua dulce y agua amarga.
Yo soy Espíritu Divino. Yo soy el hijo de Dios. En Dios vivo, me muevo y tengo mi ser, por lo que no tengo miedo. Estoy rodeado por la Paz de Dios y todo está bien. No le temo a la gente, no le temo a las cosas, no le temo a las circunstancias, no me temo a mí mismo ya que Dios está conmigo. La Paz de Dios llena mi alma y no tengo temor. Habito en la Presencia de Dios y ningún temor puede tocarme. No le temo al pasado, no le temo al presente, no le temo al futuro porque Dios está conmigo.
El Dios eterno es mi morada, y sosteniéndome están los brazos eternos. Nada me puede tocar jamás que no sea la acción directa de Dios mismo, y Dios es Amor. Dios es Vida; entiendo eso y lo expreso. Dios es Verdad; entiendo eso y lo expreso. Dios es Amor Divino; entiendo eso y lo expreso. Envío a todo el universo pensamientos de amor, paz y sanación: a todos los árboles y plantas y cosas que crecen, a todas las bestias y aves y peces, y a todo hombre y mujer y niño sobre la Tierra, sin distinción alguna.
Si alguien alguna vez me ha herido o me ha hecho algún daño, yo, plena y libremente, le perdono ahora, y doy por terminada la cuestión para siempre. Le aflojo y le dejo ir. Soy libre y él es libre. Si hay algún peso de resentimiento, lo vierto sobre mi Cristo Interno y me libero. Dios es la Sabiduría Infinita y esa Sabiduría es mía. Esa Sabiduría me dirige y me guía, por lo que no cometeré más errores.
Cristo en mí es una lámpara a mis pies. Dios es Vida Infinita, y dicha Vida es mi suministro por lo que no tendré necesidad de nada. Dios me creó y Él me sostiene. El Amor Divino lo ha previsto todo y provee para todo. Una Mente, Un Poder, Un Principio, Un Dios, Una Ley, Un Elemento. Él está más cerca que la respiración, más cerca que las manos y los pies. Yo soy Espíritu Divino, el Hijo de Dios, y en la Presencia de Dios moraré por siempre. Le doy gracias a Dios por la Armonía Perfecta.
Guauuuuu. Me ha encantado este texto, es como una oración. Cada vez
ResponderEliminarque leo algo por el estilo, estoy cuidando el jardín de mi mente y
riego las flores y aparto las malas hierbas.
Si no te parece mal, lo añadiré a mi blog para releerlo de vez en
cuando.
Gracias, espero sigas escribiendo.