Hace ya algún tiempo, que había decidido marchar a Mataró y últimamente ya me estaba planteando que quizas no hacía falta ir, que lo que estaba buscando lo podía encontrar donde estaba, sin necesidad de moverme.
Lo que más me frenaba aparentemente era dejar a mi pareja sola con el alquiler de la casa, la verdad que me iva más tranquilo si aparecía alguien y compartía los gastos, pero eso no sucedía.
Al final al sentir que no estaba ni en un sitio, ni en otro, tome la decisión de marchar y cargué el coche de cosas y empecé el viaje. He hecho un alto en Valencia y el mismo día que salí, me llama mi pareja diciendo que una persona muy interesada a llamado, han pasado dos días más y ya se va a instalar.
Parece mentira como funcionan las cosas, mientras esperaba que todo se arreglara, no sudecía nada y cuando me lanzo, aparece el milagro. Espero que se me quede bién grabada la lección y la próxima vez, confie directamente y me deje fluir.
Yo mismo estaba poniendo las condiciones y ya sé que ese no es el camino.
Gracias Padre porque Todo ya me lo has dado.
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